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9. EDWARD ANTHONY CULLEN

Todos los personajes pertenecen a Stephenie Meyer. Sólo la trama es de mi autoría (basándome en la titulo de la telenovela mexica "pobre niña rica" de televisa)


Nota: Los primeros capítulos estarán contados en tercera persona (salvo algunas excepciones). Ya más adelante, será contado desde el punto de vista de Nessie.

Gracias a carliitha-cullen por ser mi beta.

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9. EDWARD ANTHONY CULLEN

Nessie POV


–Mucho gusto en conocerlo, Señor Cullen –sonreí tímidamente.

Por primera vez, después de todo este dolor, me sentí protegida y amada de verdad. Estaba tan confundida, ya que me sentía triste por la muerte de mis padres, pero a la vez sentía felicidad al estar cerca de Edward.

De repente, recordé algo importante relacionado entre Edward y mi tío Carlisle…

–¿Conoces a Carlisle Cullen? –solté de repente.

–¿Así que tú también lo conoces? –dijo, más como afirmación que como pregunta–. Él es mi padre y, por cierto, me doy cuenta que venías caminando en la dirección contraria a su casa. ¿Acaso estuviste ahí?

–¡Rayos! –murmuré. No me había detenido a pensar en el dolor que seguramente les estaría causando a mis padrinos por haberme escapado (si es que ya se dieron cuenta). Ellos han hecho tanto por mí como para que todavía les cause más problemas. Las lágrimas comenzaron a llenar mis ojos–. Si, yo estaba con ellos. Seguramente han de estar preocupadísimos. Ahora mismo debo volver con ellos, antes de que noten mi ausencia.

En ese momento, me di media vuelta para empezar a correr rumbo a casa de mis tíos. Si me apuraba, tal vez no me iba a tardar tanto. Entonces, Edward me sujetó por mi brazo, deteniéndome.

–No corras, Nessie. Tardarás horas en llegar si vas corriendo, además, es peligroso que vayas corriendo en medio de la carretera. Mira, mejor te llevo en mi carro. Yo también voy al mismo lugar –dijo, con una sonrisa demasiado convincente.

–¿De verdad? –pregunté, algo dudosa.

–¡Claro que sí! Ven, por aquí –Edward me guió hasta su auto y me abrió la puerta del copiloto; esperó a que me subiera y me puso el cinturón de seguridad.

–Gracias –dije bajito.

Durante el camino hacia la casa Cullen, Edward y yo comenzamos a platicar de nuestras vidas. A pesar de no saber nada de él, sentía esa necesidad de contarle todo. Por alguna extraña razón, sentía que él me iba a comprender mejor que nadie.

–Nessie… –comenzó, con voz tierna.

–¿Pasa algo, Anthony? –al escuchar mi pregunta, Edward soltó una risotada que me sorprendió

–Anthony… –dijo entre risas– nadie me había llamado así.

–Yo… lo siento. No debí llamarte así –me retracté, nerviosa por su reacción.

–No, no te disculpes por llamarme así. En realidad, sólo estoy sorprendido porque me llamaras de esa manera. Me parece lindo. No es muy común que me llamen así –después de un momento de silencio, se puso algo serio–. ¿Puedo preguntarte algo?

–Sí, claro– respondí, algo nerviosa.

–¿Por qué me llamaste Anthony y no Edward? Como te dije, es raro que alguien me llame por mi segundo nombre.

–Bueno… –comencé, sintiendo el rubor creciendo por mi rostro–. Es que me gusta más tu segundo nombre. ¿No te molesta que te llame así, verdad? –pregunté, algo temerosa.

–Claro que no me molesta –dijo con una deslumbrante sonrisa–. De hecho, si te soy sincero, me gusta más mi segundo nombre.

–¿Por qué? –pregunté, con la curiosidad brotándome por cada poro.

–Pues… Edward es propenso a apodos que no me gustan –dijo, haciendo una extraña mueca–. Me han llamado Eddie, Eds, Edwardito o sobrenombres tontos que me molestan.

o.O.o.O.o.O.o

Todos los socios se habían retirado al saber que Jessica, la misteriosa mujer, era pariente de Nessie. Ella había dejado en claro que se ocuparía de la niña, aunque a Esme y a Carlisle esto no les parecía. Sabían mejor que nadie que Jessica y Sulpicia siempre se habían llevado mal.

–Carlisle, no podemos permitir que Jessica se queda con Nessie. Tú mejor que nadie sabes lo que les hizo a Sulpicia y a Aro.

–Lo sé, pero ella dice haber cambiado –reflexionó Carlisle–. No sé, querida, tal vez ella realmente ha madurado. Ya no es la misma muchachita que no sabía lo que hacía.

–¡Por supuesto que lo sabía! –gritó Esme–. Ella no es más que una maldita bruja y no confío en ella. Por favor, Carlisle, tenemos que luchar por la custodia de Renesmee. No quiero imaginarme a esa maldita poniendo sus manos en la pequeña Nessie.

–Esme, sabes que yo también quiero eso, pero el abogado me dijo que las posibilidades de ganar la custodia son de 1 a 100. Por mucho que Renesmee sea nuestra ahijada, Jessica era la hermana de Sulpicia y, por lo tanto, ella tiene muchas más posibilidades de quedarse con Nessie. Si nosotros peleamos su custodia sería difícil quedarnos con la niña.

–Entonces, ¿dejaremos las cosas así? ¿Qué pasará con Nessie? –sollozó Esme–. Yo sé que ella sufrirá con Jessica; ella es mala.

–Amor, debemos tener un poco de fe en Jessica. Tal vez dijo la verdad y ha cambiado. Sabes mejor que nadie que no le quitaré la vista a Nessie. Al primer error que cometa Jessica, haré todo lo posible por quitarle la custodia. No me importan las posibilidades, Jessica no le hará daño a Nessie.

–Carlisle… –se quejó Esme. Carlisle la abrazó contra su pecho.

–Cariño, por el momento tendremos a Nessie con nosotros. El abogado intervino y le dio a Jessica un lapso para que consiga una residencia en donde pueda criar a la niña. Por lo pronto, ella estará con nosotros y le daremos todo el amor que necesite; la cuidaremos y protegeremos, pase lo que pase. Quién sabe, a lo mejor Jessica tarda más de lo estipulado en conseguir todo para la niña.

–Eso espero –murmuro contra la camisa de su esposo–. Yo quiero mucho a Nessie. Ella es igual de importante para mí como lo es Alice.

–Lo sé, Nessie también es para mí como una hija –dijo Carlisle, besando la parte de arriba de la cabeza de su esposa.

o.O.o.O.o.O.o

Nessie POV

Una semana después

Había pasado una semana desde la muerte de mis padres. Por lo pronto, yo me había quedado con los Cullen, quienes no podían haber sido más comprensibles conmigo. A pesar de haberme escapado y casi fui atropellada, ellos me habían recibido con los brazos abiertos.

Por su parte, ese incidente me había llevado a conocer a Anthony. Me sentía contenta de tenerlo conmigo, ya que a su lado me sentía protegida y segura. Él era como mi Ángel de la Guarda. Por las noches, soñaba que mis papitos me habían enviado a Anthony para cuidarme y protegerme. Me sentía bien cuando él estaba a mi lado, aunque mi felicidad no fuera total, pues aún extrañaba a mis papitos.

Por el momento, me sentía preocupada. No sabía con quién me iba a quedar. Mi tío Carlisle me explicó que me iba a ir a vivir con una tía, hermana de mi mamá, que se llamaba Jessica. Ella había venido desde muy lejos para hacerse cargo de mí y aparentemente todo apuntaba a que iba a tener que quedarme con ella. Esto no me hacía feliz; yo quería quedarme con mis tíos y con Anthony.

Escuché una canción muy bonita en el piso de abajo y, sin pensarlo, fui a ver quién era. Me sorprendió al ver a Anthony tocando. Se veía tan relajado y feliz, que me dio penita acercarme mucho y decidí verlo desde lejos.

–¿Nessie, eres tu? –preguntó Anthony, dejando de tocar.

–Lo siento mucho, Anthony. No era mi intención interrumpirte –susurré, mientras me ponía roja como un tomate.

–¿Entonces, qué haces ahí parada? Ven, acércate –sonrió, palmeando un lugar a su lado–. Si te gusta mucho como toco, puedes entrar todas las veces que quieras.

–Pero… no quisiera molestarte con mi presencia –dije retorciéndome los dedos.

–Nessie, tu presencia no me molesta para nada –dijo, sonriendo torcidamente–. Además, acuérdate que somos los mejores amigos. Por cierto, Nessie ¿te gustaría aprender a tocar el piano?

–Sí –grité, soltando un chillido de la emoción–. Me encantaría.

–Entonces, no perdamos más tiempo. Yo te enseñare a tocar el piano y esta hermosa melodía, que veo que te gusta mucho.

–Pero, Anthony, no quiero que pierdas tu tiempo conmigo. Tú viniste a Forks a pasar tus vacaciones y luego tendrás que regresar a la escuela. Si me enseñas a tocar piano, desperdiciarás todas tus vacaciones –dije, con un puchero.

–¡Tonterías! No hay mejor manera de pasar mi tiempo que contigo. Además me gustaría que, cuando regrese para estudiar y ser el mejor doctor, tú me recuerdes cada vez que toques el piano. Y, cuando yo pueda tocarlo en mi casa, también me acuerde de ti. ¿Te parece?

–Pero…

–Nada de peros, Nessie –sentenció, arqueando una ceja–. Será mejor que te apresures para que iniciemos tu primera clase de piano.

Esa fue la primera lección de piano y, sobretodo, fue la primera vez desde hace mucho tiempo que no sentía tan feliz.

Edward POV

Verla de pie junto a la puerta. Llevaba una blusa manga larga de color verde y unos pantalones de mezclilla con unos zapatos negros y su cabello suelto… tan parecida a ella.

Nessie era tan inocente. No podía evitar compararla con ella… se parecían tanto…

No podía seguir recordándola. Me lastimaba y, siempre que lo hacía, terminaba con una botella de whisky y totalmente alcoholizado. No importan cuántos años han pasado, su recuerdo me persigue. Esa tristeza y ese odio hacia mí. Los ojos de la niña eran idénticos a los de ella. Iguales a los que vi por última vez.

–Disculpe, señor, ¿puedo ayudarlo en algo? –la joven rubia interrumpió mis pensamientos y tuve que pensar dos veces lo que me había preguntado antes de responderle.

–Oh, sí. Verá, me preguntaba, ¿qué libro infantiles tiene?

–Pues… –meditó por unos instantes–. Tenemos una gran variedad de libros infantiles. Hay desde Ricitos de Oro, La Sirenita… hay libros de amistad, princesas, hadas, mundos mágicos. Usted sabe… todo lo que les gusta a los niños.

–Uhm… ya veo –realmente no tenía ni idea de lo que pudiera gustarle a Nessie.

Mientras pensaba en un libro para ella, noté la mirada de la vendedora, recorriéndome de arriba abajo. Típico. Aunque, podía detectar cierto malestar en ella. Tal vez creía que el libro era para mi hija. Tuve que morderme el labio para no reír. No la sacaría de su error.

–Tal vez lo pueda ayudar si me dice qué edad tiene la niña o si piensa un libro en particular –dijo la vendedora, batiendo sus pestañas intentado ser coqueta.

–La verdad, no tengo ni idea de los libros infantiles –me sinceré–. ¿Qué libro sería bueno regalarle a una niña de seis años?

–Pues, en mi opinión, La Cenicienta es un libro muy hermoso. Mucha magia.

–¡Nah! –hice una mueca. Nessie no parecía de esas niñas embobadas por todo lo rosa y mágico–. Ella es especial y quiero un libro que no sea muy común.

Entonces, lo vi. Era el libro perfecto para ella. Lo tomé en mis manos y leí un poco la contraportada, cuando la vendedora se aclaró la garganta para hacerse notar.

–Señor, si me disculpa, pero creo que ese libro no es recomendado para una niña de seis años. Es una lectura muy pesada y complicada –dijo con una mueca Sinceramente, el libro parecía muy complicado para ella, pero no para Nessie.

–La verdad es que esta niña no es como alguna otra. Es muy especial e inteligente.

–Pues, es su decisión –dijo, encogiéndose de hombros–. Es un libro muy leído; el mejor que he visto, sin duda. La autora es muy joven, pero muy talentosa y creativa. En cada hoja tiene un hermoso mensaje.

–Entonces, este será –sonreí y me imaginé el rostro de Nessie al ver mi regalo.

o.O.o.O.o.O.o

–¡Nessie! –gritó Alice desde la puerta–. Te llegó algo.

–¿Qué es, Alice? –preguntó la pequeña, que estaba sentada en un sillón viendo la televisión

–Pues lo dejó el cartero y tiene tu nombre –Alice sonrió pícaramente–. Aparentemente, es de alguien que te quiere mucho.

–¿Alguien que me quiere mucho? –dijo, dudosa–. ¿Quién lo mandó?

–Pues no lo sabrás hasta que no lo abras, tontita.

Rápidamente, Nessie desgarró la parte de arriba del sobre y sacó su contenido. ¡Era una carta de Jake!

Para mi querida Nessie:


Sé que en estos momentos está muy triste y no sabes lo que daría para esta contigo. Lamentablemente, mis padres no accedieron a que yo fuera a Forks, ya que para ellos es más importante que yo esté en este internado. No sabes cómo me molesté con ellos (e incluso intente escaparme y me castigaron). Es por esto que no había podido comunicarme contigo. Después de prácticamente suplicarle a mi madre, me dejó enviarte esta carta.


Sé que estás sufriendo mucho Nessie, pero no olvides que no estás sola; yo estoy contigo. No sabes todo lo que estoy sufriendo por no verte. Cada segundo, minuto y hora que paso sin verte, es una tortura. Pero, pese a eso, yo sigo luchando por superar estos obstáculos que nos separan.


No olvides que yo TE AMO CON TODO MI CORAZON y que pronto estaremos juntos, tu y yo. No olvides que nos casaremos y tendremos muchos hijos.


Te prometo que, cuando yo regrese por ti, nadie absolutamente nadie te lastimará y que yo personalmente me encargaré de cuidarte y protegerte.


Nessie, no olvides que mi corazón es tuyo y que nunca le pertenecerá a nadie más que a ti.


NESSIE TE AMO CON TODO MI SER, ERES LA UNICA RAZÓN DE MI VIDA. NO TE PREOCUPES, TODOS LOS DIAS TE ESCRIBIRÉ. NO IMPORTA TODO LO QUE TENGA QUE HACER PARA CONSEGUIR QUE SEPAS DE MÍ.


Con amor Jacob black.

Al terminar de leerlo, las lágrimas corrían por el rostro de Nessie. Esta vez no de dolor, sino de esperanza. Sabía que Jake no la había dejado sola y ahora se sentía culpable de que, por su culpa, él había sido castigado. Si Jacob ya estaba tratando de cumplir su promesa, ella haría lo mismo que él.

–¿Nessie, que tiene? –preguntó Edward, alarmado al verla llorar.

–No, no me sucede nada, Anthony –sonrió, limpiándose las lágrimas con el dorso de la mano.

–Te tengo una sorpresa, mi pequeña –dijo, tratando de aligerar el ambiente.

–¡¿Sorpresa?! –preguntó, abriendo sus ojos de par en par.

–Pasé por la librería y, por casualidad, me encontré con esto –mintió–. Pensé que te gustaría.

Le entregó a la niña una caja envuelta en papel de regalo, con un lazo en la parte de arriba. Nessie, sin pensarlo dos veces, desgarró el papel para revelar su contenido. Soltó un jadeo al ver de qué se trataba.

–¡Wow! Gracias Anthony. ¡Qué hermoso libro! –dijo, mientras empezaba a leerlo.

–Lo elegí especialmente para ti –Edward se sintió feliz de saber que le había gustado su regalo. Más no se esperaba la siguiente pregunta de la niña

–¿Quién es Kristen Stewart? –preguntó, inocentemente.
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hola les traigo este lindo capitulo
y muchas gracias tania por tu comentario de verdad me encanto al igual que la otra persona que me dejo el comentario aunque no se como se llame
muchas gracias
espero que le haya gustado y muy pronto va a ver mucho mas sopresas
jejeje

y de todo corazon gracias a esa dos personas que me dejaron su comentario

este es un adelanto para ellas

proximo capitulo:"" UNA FAMOSA ESCRITORA""

<>

<<—Kris, querida, ¿de nuevo pensando en él? —intervino una voz que Kristen conocía muy bien >>

<>
 
<<—Mi bebé… —susurró Kristen.>>
 
 
jajaja
nos vemos en el proximo cap
jajajaja
bye

3 comentarios:

Anónimo dijo...

hola, soy Tania. En verdad me sormprende el rumbo que está tomando la historia, cada capítulo es una historia inesperada y va tomando forma cada que tu escribes.
Nunca dejes d escribir.
saludos
a y ojala el capítulo este antes d este viernes.

Anónimo dijo...

hola soy Tania, ya qiero sea mañana para leer un nuevo capítulo...

ANONIMO dijo...

hola.. oye ya leí todos tus capitulos y me gustaria k porfavoor terminaras la historia...l verdad me encantó... porfa espero los demas capitulos... TERMINALA PORFAVOOR

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