twitter
    ARREGLANDO IMAGENES,VIDEOS, Y ERRORES ORTOGRAFICO ' Follow Me :)

7.-EL TRÁGICO DÍA QUE LA FELICIDAD SE FUE (parte 2)

Todos los personajes pertenecen a Stephenie Meyer. Sólo la trama es de mi autoría (basándome en la telenovela mexicana "Pobre niña rica", de Televisa)


Nota: Los primeros capítulos estarán contados en tercera persona (salvo algunas excepciones). Ya más adelante, será contado desde el punto de vista de Nessie.

Gracias a carliitha-cullen por ser mi beta.
--------------------------------------------------------------------------------

7.-EL TRÁGICO DÍA QUE LA FELICIDAD SE FUE
(parte 2)

"Un millón de palabras no pueden hacer que vuelvas. Lo sé, porque lo he intentado. Tampoco un millón de lágrimas. Lo sé, porque he llorado hasta no poder más."


Carlisle POV
–Hola Ana.

–Hola doctor Carlisle

–¿Cómo están los heridos? –le pregunté, ya que ella era una de las socorristas que atendía a las personas accidentadas que acababan de traer.

–Ése que está ahí se encuentra más o menos –dijo, apuntando hacia las puertas que conducían a uno de los quirófanos–. En realidad, tuvo suerte de salir vivo del auto.

–¿Pero, qué sucedió Ana? ¿Por qué dices eso? –pregunté, atónito por la declaración de la socorrista.

–Verá, doctor, al parecer el hombre y su familia se salió de la carretera en un accidente. Y digo que tuvo suerte, porque alguien más iba pasando por ahí y fue quien dio aviso a las autoridades y pidió una ambulancia. Cuando llegamos, pudimos sacarlos del auto y, pocos minutos después de hacerlo, el auto explotó…

–¡¿Qué?! ¿Cómo que explotó? –mi aturdimiento no se iba.

–Así es, doctor. Pero no sé realmente si salvarlos fue lo mejor, ya que de igual manera están graves. Tal vez… tal vez lo mejor hubiera sido no salvarlos –admitió, cabezabaja.

–¡Nunca vuelvas a decir eso, Ana! Son seres humanos y merecen vivir –dije con sinceridad–. Aunque por ahora las cosas no pinten bien, es nuestro trabajo salvarles la vida.

–Doctor Cullen, no quería que sonara de esa manera. No me gustaría que pensara que soy una mala persona, ni mucho menos –añadió nerviosa.

–No tienes de qué disculparte. Todos tenemos nuestra opinión al respecto –dije, haciendo una pausa para tratar de pasar este trago amargo–. Ahora, dime, ¿cómo se encuentran? –su expresión de angustia me hizo preocuparme más por esta familia–. ¿Es que fue tan grave, tal vez? ¿Cuántos son? ¿Cuáles son las condiciones en las que están? –el mar de preguntas fluyó sin que pudiera detenerlo.

–Son tres personas: el primero es un hombre de 36 años; tiene varias heridas, además de una fuerte hemorragia interna. Perdió mucha sangre, y un pedazo de metal del auto le atravesó el pecho. A causa de esto, entró en paro cardiaco mientras lo traían hacia el hospital. Se encuentra en cirugía en este momento, doctor.

–¡Santo Dios! –pensé en el pobre hombre; tan joven y pasando por esta desagradable situación– ¿Y, qué hay de los otros dos?

–Bueno, es una mujer de 34 años. Ella es la peor, doctor. Tiene varios órganos dañados gravemente, además de un fuerte hematoma en la cabeza. La verdad, doctor, no creo que sobreviva. Está igual en cirugía, pero debido a la gravedad de las heridas, no le dan muchas esperanzas de vida.

"La tercera es una niña, aproximadamente de 6 o 7 años. Ella tiene algunos golpes y moretones en el cuerpo, pero gracias a Dios nada más grave. Al parecer, la mujer la protegió del accidente, ya que cuando encontramos el auto, la señora la mantenía fuertemente abrazada.

–Una niña –dije, sin aliento por el informe.

–Pobrecilla, tan inocente. La verdad, no creo que sus padres la libren de esta, doctor Cullen. Ella ahorita está en observación, pues entró en shock poco después de sacarlos del automóvil y se desmayó cuando la trasladaban para acá; yo creo que después de todo lo que pasó, era de esperarse.

–¿Sabes si alguien más ha venido a verlos? ¿Algún familiar o alguien cercano a la familia?

–No, doctor. Nadie ha venido y no hemos podido localizar a nadie de la familia.

Pensé un poco más en la pequeña niña. Me recordó muchísimo a mi pequeña hija Alice. Me aterró el solo hecho de pensar que algo me pasar a mí o a mi esposa y dejáramos a nuestra hija bajo las mismas circunstancias. Ningún niño debe ver morir a sus padres.

–La única información que tenemos es que el señor es Aro Vulturi.

–¡¿Qué?! –dije, soltando el aire de golpe–. ¡No puede ser! ¿Aro Vulturi?

Tal vez había escuchado mal…

–Sí, doctor. Encontramos una billetera en el automóvil, y es el nombre que aparece en la identificación –dijo Ana, con una mirada escéptica–. ¿Lo conoce?

–Sí, soy padrino de bautizo de esa niña, y él es mi socio –respondí mecánicamente, aún aturdido por todo esto. Ellos se supone que iban rumbo a Italia, no deberían de estar aquí.

–Entonces debe de saber si alguien más puede reportarse para hacerse cargo de la niña. Ella no se quedará, no es necesario, y no hay quién dé la cara por ella en estos momentos.

–No, de hecho no tienen más familia. Aro se distanció de ellos hace mucho. Ana, por favor, que le hablen a mi esposa y que venga inmediatamente –dije, sintiéndome ajeno a todo. Tenía que ir a observaciones y verificar el estado de salud de Nessie.

–En seguida, doctor.
….....

Nessie POV

No sabía dónde estaba, ni estaba segura al cien por ciento de lo que había pasado. Pero sabía que era algo malo. Podía recordar vagamente lo que sucedió, antes de quedarme dormida, pero era borroso y sólo me causaba dolor de cabeza. Gemí ante la sensación de malestar que me tenía envuelta.

–Nessie, mi amor, ¿estás bien? –me preguntó una voz. Conocía muy bien de quién era.

–Esme –dije, con voz patosa– ¿Madrina, eres tú? –pregunté mientras me daba cuenta de que estaba en una camilla. Copito, mi coneja, se encontraba a mi lado.

–Sí, mi amor. No hagas muchos esfuerzos –dijo, empujándome levemente para que me volviera a acostar–. Todavía estás un poco débil, mi niña.

–¿Pero qué pasó? ¿Qué hago en este lugar? ¿Qué está pasando? –pregunté, mientras mi preocupación iba cada vez en aumento–. ¿Dónde están mis papitos?

–Mi amor, no te preocupes. Vuélvete a dormir, princesa. Todo está bien –dijo, pero yo sabía que no estaba diciendo la verdad.

–¡No! –me sacudí de su agarre– No puedo dormir, Esme. ¿Estoy en un hospital, verdad? –si era cierto, entonces tuvo que pasar algo muy malo, como para que me trajeran a un hospital– ¿Qué pasó? ¿Dónde está mi mamá? –grité–. ¡Yo quiero a mi mamá!

–Cariño, por favor, cálmate –trató de recostarme, pero no quería dormir de nuevo.

–¡No! –chillé, revolviéndome en sus brazos– ¡Yo quiero a mi mamá! ¿Qué pasó, tía? Dime la verdad, por favor.

–Mi niña –dijo con voz triste– Tus papitos y tú tuvieron un accidente, y ahorita ellos están siendo atendidos por tu padrino. Así que no tienes de qué preocuparte, ¿lo ves? Él los está curando, mi amor.

–¡No! Eso es mentira. Sé que fue algo muy feo. Siento mucho dolor aquí –me apunté al corazón–. Como si ya nunca los fuera a volver a ver. Tengo mucho miedo, tía Esme. Quiero verlos –mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

–Muy pronto los verás, mi princesa. Yo hablaré con Carlisle para que, en cuanto sea posible, los puedas ver.

Mi tía Esme me abrazó con mucho amor. Extrañaba a mi mami y tenía esa sensación de que ellos estaban muy mal. Mi tía parecía que se estaba aguantando las ganas de llorar y eso me asustó más. Tal vez mis papitos estaban peor de lo que ella me había dicho, mi padrino no iba a poder curarlos.

..........

Carlisle POV

–Doctor Carlisle, la paciente Sulpicia ya se despertó. Ha pedido hablar con usted.

Bastó que me dijera eso para salir corriendo a su habitación. Al llegar, vi a Sulpicia conectada a tantos aparatos a su cuerpo, y no pude evitar sentir pánico. ¿Y si realmente no lograba salir de esto? Sacudí mi cabeza. Pensamientos como ése no servían en este momento.

–¿Carlisle, eres tu? –preguntó, con voz débil.

–Sulpicia –dije, acercándome a ella–. Debes descansar. No debes hacer esfuerzos, porque puedes lastimarte.

–Basta –me cortó– ¿Cómo está ella? Mi bebé. ¿Cómo está mi Nessie? –su voz reflejaba pánico y desesperación. Debía calmarla antes de que se complicara su salud.

–Ella está bien. Esme está con ella. Tiene un par de moretones, pero gracias a ti, ella está a salvo.

–¿Y mi esposo?

–Él esta… bien. Ahora está en cirugía.

Sulpicia comenzó a llorar y a mí se me encogió el corazón.

–Nunca pensé que esto iba a pasar. Todo estaba perfecto y, de pronto, se vino cuesta abajo. No recuerdo nada de lo que pasó, fue todo tan rápido –sus sollozos le hacían difícil hablar con claridad–. Ahora mi marido está grave.

–No, linda. Por favor, no llores. Él y tú se recuperarán y, muy pronto, podrán salir los tres de regreso a Italia, como tenían planeado.

–Por favor, Carlisle, deja de tratar de engañarme. Sé que tanto mi esposo, como yo, estamos mal. No estoy sorda y escuché perfectamente lo que dicen las enfermeras –dijo, tratando de sonreír amargamente–. Pero, si no es mucha molestia, quisiera pedirte algo. Quiero ver a mi niña; quisiera, si no es demasiado pedir, que me dejaras despedirme de ella.

–Sulpicia… –no tenía cara para seguir mintiendo. Efectivamente, su cuerpo no iba a resistir más, así que no dudé en conseguirle lo que ella me pedía. Sabía que la pequeña iba a sufrir por tener que despedirse de su madre, pero iba a ser lo mejor a futuro. Suspiré pesadamente mientras me rendía–. Está bien. Pediré que la traigan en un momento.

–Muchas gracias –dijo, con lágrimas en los ojos–. Y… quisiera pedirte una última cosa.

–Dime, lo que sea.

–Carlisle, si mi esposo no sobrevive más que yo, quisiera pedirte que Esme y tú se hagan cargo de mi hija. Ella no tiene a nadie más en el mundo. Por favor, nunca la desampares; ella es muy inocente, no conoce la maldad ni el odio. Para ella eso es algo muy lejano. Por favor, Carlisle, protégela de todo y de todos los que quieran hacerle daño. Júramelo.

–Sabes que lo haré. Cuidaré de ella y será como una hija para mí, aunque ya lo sea. Te juro que nadie la va a lastimar, Sulpicia.

–Gracias –suspiró, satisfecha–. Confío en ti y en Esme. Díganle que siempre la amé y que ella fue mi todo. Y, por favor, sé feliz. Mereces ser feliz tú y tu familia, Carlisle.

No pude evitarlo, y los ojos se me inundaron de lágrimas. Ella, quien había sido mi amiga junto a su esposo, me estaba entregando lo más valioso de su vida. Ella no merecía este fin.

Me levanté lentamente y fui hacia recepción, para pedir que trajeran a Renesmee y que se pudiera despedir de su mamá.
...........

Nessie POV

Estaba a costada en la cama con copito, cuando entro una enfermera y pidió que la acompañara para poder ir a ver a mi mamá. Eso fue todo lo que necesité y rápidamente me levanté con copito en las manos. Llegamos a una puerta, y mi padrino me esperaba, con una mirada triste.

–Nessie…

–Tío ¿qué pasa?

–Hola, princesa –dijo, tomándome en brazos y besó mi frente–. Necesito hablar contigo antes de que veas a tu mami.

–Claro, ¿qué pasa? –de nuevo, el miedo me empezó a recorrer enterita.

–Tranquila, nena. Verás, tu mamita está un poco delicada. Te pido que no te alarmes por las heridas que tiene en su cara. Como ya sabes, tuvieron un accidente. La vas a ver conectada a muchos aparatos, pero no te preocupes, porque con ellos tu mamita se va a poner bien.

Entonces, mi tío Carlisle me llevó hacia la habitación de mi mami. Nuevamente, esa sensación de pérdida me envolvió. Sabía que esta sería la última vez que vería a mi mamá.

–¿Nessie? ¿Mi amor, te encuentras bien? –mi mami, a pesar de estar enfermita, me habló de la manera más dulce del mundo. Nadie creería que se encontraba muy mal.

–Sí, mamita –sentí mis mejillas húmedas por mis lágrimas al ver su cuerpo muy lastimado. Cuando estuve frente a ella, toqué su antebrazo con mucho cuidado– ¿Te duele mucho, mami?

–Solo un poco, mi amor –se quejó quedito, pero yo sabía que no era verdad–. Mi amor, quiero que me escuches muy bien. Esta tal vez será la última vez que podamos estar juntas, pero no quiero que estés triste.

–¿Por qué dices eso, mami? –fingí que no sabía–. Mi tío Carlisle dice que los tres nos pondremos bien. Muy pronto te vas a curar de tus heridas.

–Mi amor, quiero que me escuches y me dejes terminar. Mi amor, mis heridas son muy delicadas y me duelen mucho. Pero quiero que sepas que, nunca, nunca, dejaré de quererte. Desde el primer momento en que vi esos hermosos ojos color chocolate; cuando mi vida se unió a la tuya. ¿Sabes? Yo siempre deseé un bebé y no sabes lo feliz y dichosa que me sentí cuando llegaste a nuestras vidas. Eres el mejor regalo que me pudo haber dado la vida.

"Pero, a veces Diosito necesita más angelitos a su lado, y es por eso que nos ha mandado llamar a tu papito y a mí, para que podamos cuidarte desde el cielo. Quiero que nunca se te olvide que eres la mejor hija del mundo.

–No mami, yo no quiero que se vayan. ¡Fue por mi culpa! Si no me hubieras protegido, ahora estarías bien.

–No, princesa, nunca digas eso. Daría mi vida por ti, y lo sabes. Daría lo que fuera por ver una sonrisa en tu bello rostro. Tú no tienes la culpa de nada, mi hermosa niña. Te amo más que a mi propia vida.

–Mami, yo…

–No me arrepiento de nada de lo que hice. Perdóname, Nessie, por no poder estar a tu lado mientras creces. No podré verte convertida en toda una mujer, enamorarte, casarte… no sabes cuánto me duele, mi amor. Eres mi mundo. ¡Perdón porque nunca te dije la verdad completamente!

Entonces, se quedó viendo a un punto fijo en la puerta. Sus ojitos se abrieron de par en par y se veía confundida. ¿Qué estaba viendo? Giré mi vista hacia donde ella veía, pero no había nadie.

–¿Aro? ¿Qué haces aquí? ¿Acaso has venido por mí?

Mis ojos se llenaron de lágrimas. ¿Por qué mi mamá le hablaba a mi papá, si el no estaba aquí?

–Mi cielo, cuando estés triste, abraza fuerte a tu conejita, porque yo estaré contigo. Y, cuando quieras hablar conmigo, sujeta este medallón y el broche que te regalé, y cuéntale todo, como si fuera directamente a mí. Te amo mi amor. Nunca dejes de soñar. Lucha por tus ideales. Prométeme que siempre serás fuerte, mi amor.Nunca estarás sola, Nessie. Nosotros siempre estaremos contigo…


-Te lo prometo, mami. No tengo nada de qué perdonarte, pero no me dejes sola. Los amo muchísimo. ¡No me dejen! –grité.

–¡Te amamos! –susurró mi mami, mientras besaba mi frente–. Perdónanos por tener que dejarte, Nessie.

Sonrió con melancolía y se quedó viendo al mismo punto fijo donde decía que estaba mi papi, antes de cerrar los ojos. Parecía que dormía tranquilamente, pero el sonido de la máquina parecía indicar lo contrario.

Entonces, mi vista se nubló.

–¡No mami! ¡No me dejes, por favor! –grité– Mami, por favor, abre los ojitos.

Vi que un doctor entraba al cuarto y le decía algo a mi tío. Entonces, lo entendí: mi papito tampoco lo había logrado.

Estaba sola.

Me dio mucho coraje. ¡Mis papitos no podían dejarme sola! ¡¿Por qué Diosito los había mandado llamar a ellos?!

Sentí un piquete en mi brazo, y no pude evitar sentirme somnolienta. Luché para mantener mis ojos abiertos, pero me fue imposible. Antes de dormirme, dije:

–Mami, te amo.

""Mi tristeza no está sólo en mí, sino en el mundo que me rodea, en el aire que respiro, en la certeza de saber que las cosas nunca cambiarán, que no hay un sitio en el universo donde para mi pueda haber felicidad.""
__________________________________________________________________________________________________________

Este capítulo fue muy difícil de escribir, sobre todo porque tenía que mostrar a Nessie realmente dolida. Bueno, si se preguntan por qué Sulpicia vio a aro, la respuesta es que vio el alma de Aro que la venía a buscar; porque su amor era más fuerte que la misma muerte. Con este capítulo quería demostrar que el amor puede perdura incluso después de la muerte.

Antes que nada una enorme disculpa por no actualizar viernes, es que estaba algo ocupada. Espero que les haya gustado, aunque a mi me hizo llorar cuando lo escribí.

muchas gracias a la persona que me dejo su comentario, gracias por tomarte el tiempo en dejarme tu comentario y espero saber de ti pronto...

proximo capitulo:  ""UN ENCUENTRO INEVITABLE""

<<Las lágrimas caía de su pequeño y blanquecino rostro. Ella no quería llorar; le había prometido a su madre que no lo haría, pero no podía evitarlo. El dolor era indescriptible; su corazón se sentía oprimido y se sentía vacía. A su mente llegaban recuerdos de su madre: su hermoso rostro y su sonrisa.>>

<<Grité y cerré los ojos, esperando el impacto. Tal vez ahora iba a poder estar con mis papitos en el cielo. Sentía el viento golpear mis húmedas mejillas, pero nunca llegó el golpe que esperaba. Al contrario de lo que pensé, escuché el chirriar de unas llantas. Entonces, una voz aterciopelada y dulce comenzó a llamarme.>>
 
........

nos vemos en el proximo capitulo y no se les olvide dejar su comentario..



Si son vampiros, licántropos o humanos, por favor déjeme un comentario

Los COMENTARIOS  me ayudan a inspirarme, no sean malos (0.0ojitos)

No les cuesta dejarme nada dejarme un COMENTARIO..

dale click al botón  en forma de "O" o dale click en donde dice comentario xD =)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

donde puedo seguir leyendo tu maravillosa historia??? por fa dime q me muero x saber como sigue....

Anónimo dijo...

hola me llamo Tania, en verdad q te admiro por que no cualquier persona puede tener esa imaginación tan fluida como tu, y hacer que las palabras llegen al corazón:
te paso mi correo por si algún día quieres platicar
tania_hol@hotmail.com

Anónimo dijo...

Hola soy Anette soy fan de la saga de crepusculo pero apenas me meti a esta pagina y la verdad es que me esta gustando tu historia y ademas me encanta leer, en verdad te digo que sabes tener mucha imaginacion para escribir

Publicar un comentario

 
Ir Arriba